LA VOCACION Y EL
MOMENTO DE DECIDIR
La vocación es la inclinación que sentimos hacia algo,
alguien o hacia una profesión, así pues todos y cada uno de nosotros tenemos
vocación la cual debemos aprender a
identificar al paso de los años.
Uno de los
momentos más cruciales de nuestras vidas llega al momento de decidir a que nos
dedicaremos toda la vida, el momento en el cual hay que identificar la vocación
que tenemos y elegir la carrera a la que le deberemos dedicar los próximos años
de nuestras vidas.
Cuando la vocación es clara, la decisión se hace más
sencilla, hay personas que por aspectos
familiares, porque siempre lo han visto de sus padres o hermanos mayores
deciden tal o cual carrera, en este caso si es por gusto y un tanto más por
inercia. En una familia de doctores es muy probable que el hijo tenga esa misma
vocación ya sea porque siempre estuvo en contacto con el lugar de trabajo de
sus padres, conversaciones, etc. Aún con
todas estas circunstancias siempre será decisión de la persona en cuestión.
Hay otros casos por el contrario en que la decisión de que
carrera estudiar se hace más compleja de
lo que parece, las razones podrían ser: porque no tienen orientación de sus
padres, puesto que tal vez ellos no tienen estudios o simplemente porque son
familias en que son muchas y muy variadas las profesiones que tienen. Así pues
el joven tendrá que recurrir a orientadores vocacionales.
Esta decisión tan importante contrastantemente se hace en
el momento en el que somos más inmaduros, provocando muchas veces decisiones
erróneas solo por seguir a amigos o por presión de tener que elegir algo.
Finalmente creo que todos tenemos una vocación en algunos
casos más fácil de identificar y en otros se vuelve una verdadera encrucijada,
pero lo que no hay que olvidar es que ya sea de manera fácil o difícil la
decisión que tomas es solo tuya pero que también es posible rectificarla y al final resulta muy gratificante el saber que cada quien
comienza a tomar las riendas de su
propia vida.
Ensayo sobre el arte
Además, el tiempo que nos ha tocado vivir tampoco nos ayuda mucho; hoy en día, la cosa más insignificante está “considerada” arte, tan sólo se tiene que ir a ver una exposición de pintura o escultura contemporánea o vanguardista para saber del que hablo. El arte, (cómo casi todo en esta vida) es puro subjetivismo, “para gustos los colores” dirían los castellanos. Sería una tarea imposible e inimaginable intentar encontrar cualquier cosa considerada arte (un cuadro, una escultura, una canción, un poema, una película), que gustara a todos y a cada uno de los habitados de este mundo.
Desde los orígenes de la especie humana, el hombre (la mujer también) siempre ha intentado crear belleza, hacer algo que se diferenciara del resto y que llamara la atención. Ya en la prehistoria, las pinturas rupestres eran un ejemplo claro y una demostración que el hombre trata de crear de una forma instintiva belleza y, en parte, esa es una de las calidades que nos diferencia de los animales. A lo largo de la historia, esta calidad ha caracterizado el hombre, que nos ha dejado millones de representaciones de aquello que hoy en día denominamos arte.
En definitiva, la arte está dentro de nosotros, es aquello que nos impulsa a crear algo que nos emocionó, que nos haga sentirnos vivos, que doy sentido a la vida. Cómo decía Miguel Oscar Menassa “vivir no es suficiente”, es decir, no es suficiente vivir, no hay bastante; es mediante el arte, como llegaremos a “vivir” plenamente, y a descubrir aquello que nos impulsa a estar y sentirnos vivos.
*Indicadores:
Introducción
Desarrollo
Conclusión
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